Con las consignas «Basta de políticas de exclusión y de ajustes» y «En defensa de la educación especial», numerosas familias de alumnos de formación integral y docentes de colegios especiales se reunieron en el Predio Mástil de Parque Patricios, donde denunciaron incumplimientos del gobierno porteño de Juntos por el Cambio.
«Todos los chicos tienen derecho a estar en las escuelas donde reciban una formación integral, vamos a seguir movilizados hasta que se respeten los derechos de nuestros hijos», denunció Eliana.
El Tercer Festival en Defensa de Educación Especial contó con exhibiciones, bandas musicales, varios puestos de comida, talleres alusivos, cantantes, murgas adaptadas y espectáculos de magia. Alrededor del mástil central podían leerse grandes carteles con las leyendas «Defendamos la educación especial, para que no recorten el futuro de nuestros hijos», «Un derecho no es lo que alguien te debe dar, un derecho es lo que nadie te debe quitar» y «Por una escuela integral, todos somos especiales».
«El ejecutivo porteño deja fuera del sistema educativo a los jóvenes a través de políticas expulsivas en nombre de la inclusión plena, buscan hacer desaparecer la educación especial», agregó Alejandra.
Por su parte Leonor Luna, docente del Colegio Especial número 21, de Villa Pueyrredón, le amplio a Télam el tenor de la denuncia, «Vivimos hace tiempo un maltrato constante, hace meses que no nos reciben, hoy mas que nunca necesitamos de estos espacios que por ley nos corresponden, están echando a nuestros hijos, solicitamos educación permanente».
A su vez Thomas, de 18 años, alumno de la escuela especial número 36, de Parque Patricios, que formó parte de grupos musicales durante la jornada, lamentó la falta de apoyo de las autoridades metropolitanas: «Es feo ver como nos rechazan, para ellos no estamos en el mismo mundo».
Ya en el cierre del Festival se leyó un comunicado, tras el cual se ratificaron las demandas educativas.
«Exigimos mayor presupuesto y la derogación de una resolución que recorta 8 años la formación integral. La ausencia de diálogo marca falta de sensibilidad por parte del gobierno porteño y la cartera educativa», agregó.
«El eslogan que maneja el Gobierno de la ciudad es el de educación para todos, pero nuestros hijos son ciudadanos de segunda clase para ellos, decidieron que la vida educativa se terminara a los 22 años y la pregunta es por qué. Por qué esa discriminación, hablan de inclusión, hablan del respeto y es lo menos que les ofrecen», abundó.
«Así retrocedemos, volvemos a los tiempos medievales, donde tenemos que esconder a nuestros hijos, porque ahora ellos están confinados en las casas, no tienen espacios de pertenencia, no tienen espacios de sociabilización«, cerró la proclama final del Tercer Festival por la Educación Especial.