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CFK, Macri y Alberto Fernández: cómo evolucionaron las cifras de pobreza de los últimos años

En el primer semestre del año, el número llegó al 40,1%, según el INDEC. Es el último índice que se conocerá de la gestión actual y no contempla la devaluación posterior a las PASO.

Julia D'Arrisso

28 de septiembre 2023, 05:52hs

De Alberto Fernández a Macri y Cristina Kirchner: cómo evolucionaron las cifras de pobreza de los últimos años. (Fotos: NA y Telam).

De Cristina Kirchner a Macri y Alberto Fernández: cómo evolucionaron las cifras de pobreza de los últimos años. (Fotos: NA y Telam).

La pobreza del primer semestre del año llegó al 40,1% y marcó una suba de 0,8 puntos porcentuales en relación con los seis meses previos. Lo mismo sucedió con la indigencia, que se ubicó en el 9,3% y aumentó 1,2 puntos en los últimos seis meses. Si bien este dato expone una foto desactualizada, deja entrever un crecimiento que probablemente se acentúe aún más en el último tramo del año, como consecuencia de la última devaluación y su traslado a precios.

El índice de pobreza que difundió el INDEC este miércoles será el último que se conozca de la gestión de Alberto Fernández, ya que los números correspondientes al segundo semestre de 2023 se difundirán recién en marzo de 2024, con otra administración a cargo.

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Sin embargo, para no mostrar solo una imagen estática de los números, el equipo de datos de TN recopiló los indicadores de pobreza e indigencia de los últimos 12 años, durante el segundo gobierno de Cristina Kirchner, el de Mauricio Macri y el de Alberto Fernández.

A primera vista, los datos evidencian un fenómeno que se repite en los tres últimos gobiernos: que cada gestión tiene cifras de pobreza más elevadas cuando finalizan su mandato en comparación con el momento en que lo inician.

En 2011, durante la última gestión de la ahora Vicepresidenta, Cristina Kirchner, los índices oficiales de pobreza e indigencia se desconocían porque el INDEC estaba intervenido y los datos, manipulados. Incluso durante 2013 dejaron de publicarse las cifras. Por eso, para esos años se tomó como referencia la base del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (Cedlas) de la Universidad de La Plata y desde 2016 se utilizaron los valores del INDEC.

De acuerdo con esa medición, la pobreza pasó del 29,40% en el primer semestre de 2011 al 28% a principios de 2012 y cerró en 30,10% en el primer semestre de 2015 -los datos de la segunda mitad del año no están disponibles-. En tanto, la indigencia pasó de 6,90% a 5,90% en esos cuatro años.

A partir del 2016, el INDEC reanudó la publicación de los datos a través del método vigente, por el que se establecen dos umbrales de ingresos necesarios para cubrir necesidades. En el caso de la línea de indigencia, se fijan los ingresos para acceder a la canasta básica alimentaria, capaz de satisfacer los requerimientos energéticos y proteicos de un denominado “adulto equivalente”; mientras la línea de pobreza incluye –además de los alimentos-, la compra de bienes y servicios considerados esenciales para sobrevivir, como la vestimenta, el transporte, educación y la salud.

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Desde ese momento, en el gobierno de Mauricio Macri, la pobreza pasó de 31,40% en el primer semestre 2016 al 35,50% en el segundo semestre de 2019, mientras la indigencia pasó de 6,40% a 8%.

Durante la administración de Alberto Fernández, la pobreza del primer semestre de 2020 alcanzó el 40,90% y ahora llegó a 40,1%. La indigencia, por su parte, pasó de 10,50% a 9,3% en los últimos cuatro años. Sin embargo, aún restan conocer las cifras finales del último tramo de su gestión que, estimaron los especialistas, será aún mayor.

Ese número del primer semestre de 2020 fue el pico histórico que dejó la pandemia provocada por el coronavirus. En ese momento, la pobreza fue del 40,9% y seis meses después llegó al 42%, mientras que la indigencia fue de 10,50% durante todo ese año.

Si bien en cada gestión empeoraron los números de pobreza de punta a punta, hubo ciertos períodos de mejora que luego volvieron atrás por factores macroeconómicos. Por ejemplo, en los primeros dos años del gobierno de Macri se observó una reducción en las cifras, que luego quedó dinamitada por la devaluación de 2018.

El impacto de la crisis económica sobre las cifras de pobreza

Además de tener en cuenta los mecanismos estadísticos para llegar a la cifra de pobreza, los analistas consultados por TN explican que hay dos factores que determinan el curso del contexto actual: la retracción de la actividad económica y la inflación.

“Hay que mirar dos variables fundamentales, que son la evolución macroeconómica (cuánta riqueza genera la economía argentina) y la inflación. Básicamente, entre 2015 y 2011 el PBI per cápita cayó alrededor de 3%, entre 2019 y 2015 casi 8% y con los datos hasta el segundo trimestre cayó casi 3% en el último período”, graficó Santiago Poy, investigador del Conicet y del Observatorio de la Deuda Social de la UCA. En igual sentido, la inflación pasó en los últimos 12 años de niveles del 25% anual al 50% y ahora ya se ubica en el rango de las tres cifras.

“No solo la economía genera menos riqueza a nivel agregado (por lo cual en un mediano plazo solo se puede esperar que aumente la pobreza), sino que además la inflación lleva a la pobreza a muchos sectores que están muy cerca de la línea”, agregó.

El INDEC difundió el informe de la Canasta Básica. (Foto: NA)

El INDEC difundió el informe de la Canasta Básica. (Foto: NA)

En coincidencia, el economista del CEDLAS-UNLP, Leopoldo Tornarolli, explicó que desde la primera década del siglo empezaron a empeorar los déficits comercial y fiscal, sumado al avance de la inflación, la caída de las reservas y la acumulación de la deuda. “Es una historia bastante lineal porque los indicadores empeoraron”, definió.

Durante los últimos dos años en particular, todas las variables económicas y sociales se vieron atravesadas por la escalada de la inflación, que profundizó la caída del ingreso real. Tal es así que, además de que hay más trabajadores que no alcanzan a cubrir la canasta básica total, también comenzó a crecer la pobreza en un contexto en el que el desempleo baja. Lo que sucede es que si bien el empleo aumenta, no alcanza a cubrir la aceleración inflacionaria y los ingresos pierden contra los precios.

El ejemplo más claro, describió Tornarolli, se puede observar en la evolución de las canastas que miden la pobreza y la indigencia, que durante los últimos 12 meses se ubicaron por encima de la inflación. “Muchos que arreglan sus paritarias mirando la tasa de inflación promedio se quedan por detrás de las canastas y hay cada vez más registrados que están en situación de pobreza porque pierden contra la canasta alimentaria y total”, señaló.

Otro punto a tener en cuenta es la calidad de los empleos que se abren en el mercado laboral. “Una gran proporción del empleo que se crea es de baja calidad y/o de bajos ingresos, entonces es insuficiente para salir de la pobreza. Frente a esto pueden ocurrir distintas cosas: si la economía se estabiliza y los ingresos mejoran, en un plazo corto puede bajar la pobreza. Pero si la economía se estabiliza y se enfría al mismo tiempo, el resultado va a ser más indeterminado porque pueden perderse empleos”, analizó Poy.

CFK, Macri y Alberto Fernández: cómo evolucionaron las cifras de pobreza de los últimos años

El problema es que lejos de avizorar un horizonte optimista, nada parece indicar que las cifras mejorarán en los próximos meses, principalmente porque el dato difundido este miércoles no tiene en cuenta la devaluación posterior a las PASO ni sus efectos sobre la economía.

“Creo que el dato final del segundo semestre dependerá de la inflación que se ha generado tras la devaluación, pero también del impacto de las políticas que el Gobierno está implementando. Es posible que la inflación del segundo semestre termine siendo más alta que la del primero, y en cualquier caso es difícil que baje en este contexto”, evaluó Poy.

Tornarolli completó: “El tercer trimestre del año va a ser el peor en términos de pobreza, ya que en el segundo tuviste el impacto de la sequía y la aceleración de la inflación más fuerte está en julio, agosto y septiembre, así que el número más alto se verá en la última parte del año. Siempre y cuando después de la elección general no se devalúe fuerte nuevo, lo cual no está descartado”.

TN Datos: Damián Mugnolo

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