17.1 C
Resistencia
InicioSociedadCARTAS DE LECTORES

CARTAS DE LECTORES

Al señor gobernador del Chaco 

Señor director de NORTE:

Por mi derecho a expresar mis ideas con libertad sin censuras ni bloqueos, me dirijo por este medio al contador Jorge Milton Capitanich, gobernador de la provincia del Chaco y decirle que es un hacedor de progresos en nuestra provincia.

Estuve en El Impenetrable… extraordinaria manifestación de la naturaleza, única por sus características, variedad de animales, vegetación, un maravilloso paisaje de nuestro querido Chaco. Pero en la etapa que permanecía allí los caminos por los que me trasladaba solo eran cortadas. Es por eso que estoy maravillada con las obras que el gobernador realizó en este periodo de gestión desde el 10 de diciembre de 2019 en adelante. Asfalto por doquier: Las Hacheras hasta llegar a Misión Nueva Pompeya y sin lugar a dudas continuará porque ya demostró su compromiso, seriedad y amor por su tierra natal.

Fibra óptica en el espeso Impenetrable… increíble. Mientras permanecí allí solo teníamos paneles solares, agua en permanente escasez, un sinfín de necesidades que padecían los pequeños. Es por eso que me resulta cómico lo que expresa el candidato opositor cuando dice que «las escuelas son verdaderos cascarones».

Durante su gestión como intendente embelleció la ciudad de Resistencia con la pavimentación de casi la totalidad de calles. Creo que las palabras sobran para reconocer la impecable conducción de nuestro gobernador; solo esperar que continúe con este ejemplar desempeño… se lo merece porque posee todas las cualidades de un excelente administrador.

Saludos a un hombre que con una calidez humana extraordinaria está comprometido con nuestro Chaco. 

SUSANA GONZALEZ

DNI 10.335.349

Resistencia 

…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………….

Al maestro Juan Natalio «Chulo» Katavich

Señor director de NORTE: 

A tres meses de la partida de Juan Natalio «Chulo» Katavich (25/12/1936 – 11/06/2023) queremos recordarlo en el Día del Maestro. Un ciudadano quitilipense que dejó huellas en la comunidad. «Hombre de las palabras justas, de voz suave, de las cientos y miles de anécdotas: el amigo, el maestro, el profesor, el director, el comerciante, el esposo, el padre», así lo recordaba Robertín Fernández, su exalumno y vecino de nuestra localidad. Destacamos el docente que llevó en sus venas y lo proyectó en todas sus obras y actividades comunitarias. 

Hacer un recuento de tantas vidas en una sola no es tarea fácil, pero un buen comienzo sería su bendecido nacimiento el 25 de diciembre de 1936 en Campo Feldmann, siendo Quitilipi todavía parte del Territorio Nacional del Chaco. Su infancia transitó entre cimbras, algodonal, monte y boleadoras, pasando de niño a pupilo del Colegio Don Orione en la ciudad de Sáenz Peña, donde formaron su temperamento y le enseñaron que en la disciplina y el orden está el progreso, continuando en el mismo sentido con los salesianos del Colegio Don Bosco en Resistencia; para finalmente en 1956 culminar el magisterio en la Escuela Normal Nacional de la capital chaqueña. 

Al año siguiente, doña Flora Schenone le dio la bienvenida como maestro rural de la Escuela Nacional 376 siendo más tarde designado como director, desde 1963 hasta 1979, año en que se traslada a la Escuela 187 de nuestra localidad y continuando por más de treinta años una fructífera labor profesional hasta su jubilación en la primavera de 1989. 

En esos años también se había desempeñado como profesor en Educación Física del Colegio Normal con innumerables historias que permanecen vivas en sus alumnos, recordando las mañanas frías de pantaloncitos cortos, la cancha, los torneos y las memorables exhibiciones deportivas de fin de año. 

Su vocación docente fue siempre plasmada en su vida personal, social y comercial. Junto a Elsa Borovach, su abnegada esposa y compañera, formaron a innumerables jóvenes de nuestra localidad que pasaron por los mostradores de sus emprendimientos, empezando por Librería Quitilipi, uniéndose al comercio de diarios y revistas iniciado en la década de 1960 por su esposa en la Plaza San Martín, seguido por los Telecentros de Telecom y Telefónica y la farmacia que aún lleva su impronta ordenada y austera, prestando servicio a sus clientes como hace más de treinta años en la reconocida esquina de San Martín y San Juan. 

Su espíritu de servicio fue más allá de las aulas y el comercio, llevándolo a partir de 1997 al Rotary Club, destacándose su presidencia durante el período 2004-2005, centenario de esta institución internacional y dejando el legado de las farolas que aún hoy forman parte del alumbrado público de nuestra ciudad. 

Un auténtico progresista, quitilipense hasta la médula, colaborador activo de las instituciones y padre ejemplar. El pueblo y comunidad educativa lo saluda valorando las cualidades y enseñanzas que por siempre quedarán alentando el servicio a nuestra comunidad. 

FAMILIARES, AMIGOS Y VECINOS DE «LA CIUDAD DE LA AMISTAD»

QUITILIPI 

MAS NOTICIAS
NOTICIAS RELACIONADAS