Pasaron trece años para lograr la copa que le faltaba a su vitrina. Pero la perseverancia, esfuerzo y trabajo dieron sus frutos. Hoy, Ángel Deldó, capitán y volante de Los Murciélagos, consagrados en el Mundial de Inglaterra, disfruta y valora lo obtenido que lo muestra programando lo que se viene. Porque ahora afrontará la Liga de Brasil, la más importante de los equipos de Ciegos, que convoca a los mejores exponentes, en noviembre afrontará los Parapanamericanos de Chile y en 2024 cumplirá otro gran sueño como será competir en los Juegos de París.
Con la humildad y sencillez que lo caracteriza acudió a la entrevista pactada con NORTE acompañado de su hermano. Su primera reflexión dejó un mensaje a los jóvenes que muchas veces se frustran cuando tienen todo el potencial físico para proyectarse.
«Este título ojalá sirva a los más jóvenes para visualizar y tomar conocimiento de que, a la hora de decidir entre asistir a un club a practicar alguna disciplina o tomar la calle, no duden en lo primero porque el deporte es salud, amistad y, por sobre todo, la mejor opción», subrayó. «Hay muchos que tienen condiciones y pueden llegar lejos, pero bajan los brazos enseguida por un resultado adverso. Yo esperé trece años para lograr este título mundial. Me tocó varias veces quedar en la puerta, pero siempre seguí trabajando todos los días, con ganas y responsabilidad porque es el camino para alcanzar el éxito. Espero que esto les sirva para evaluar y darse cuenta de cuál es el mejor camino», agregó.
En algún momento de su vida, Ángel Deldó pensó en colgar los botines, seguramente cansado por no poder viajar a las concentraciones de la selección, una vez que se proyectó, por la falta de recursos. En ese momento, cuando manifestó su intención, apareció Marcelo González de la Fundación Desocha. Primero lo escuchó y después lo convenció de rever esa postura. Fue así que siguió su camino, se ganó un lugar de consideración en Los Murciélagos, se constituyó en titular indiscutido, fue nominado capitán, además de ser declarado ciudadano ilustre del Chaco y de su ciudad, Barranqueras.
«Soy un agradecido por todo lo que me está pasando, las cosas buenas. El reconocimiento y agradecimiento a la familia, el pilar fundamental de mis logros: mis padres siempre estuvieron a mi lado, y formé una linda familia con mi señora y mis hermosos hijos. Por momentos sufro cuando me toca viajar por no poder compartir con ellos los momentos lindos, pero el deporte te brinda estas alegrías y ellos se encuentran muy felices y lo disfrutan», destacó.
Abogó para que surjan más valores chaqueños: «El deporte adaptado en la provincia se encuentra en una etapa de franco crecimiento, es de esperar más jugadores y atletas que representen al Chaco de la mejor forma a nivel nacional e internacional. Hay buen material y profesores capacitados, también es fundamental el rol de Desocha. Se viene trabajando bien y hay que seguir por ese camino».
Sin dudas, por los resultados obtenidos en los últimos años, el fútbol para ciegos tiene buen material tanto en varones como en mujeres. «Venimos trabajando con una base desde 2020, hubo recambio en la selección, se fueron sumando chicos nuevos; y con las finales disputadas se dio la maduración esperada. Éramos conscientes de que este título iba a allegar. Por suerte los nuevos se adaptaron, lo hicieron bien, tuvieron su experiencia», resaltó.
«Nada es casual, todos tiramos para el mismo lado. Desde mi función y responsabilidad de capitán trato de acompañar a los más jóvenes, a los que debutan, porque pasé por esa etapa del peso de los nervios. En todo momento los aliento, siempre les digo que deben divertirse y jugar, la responsabilidad recae sobre los que somos más experimentados. El grupo conformado es sólido, eso suma para avanzar por los nuevos objetivos. Somos como una familia, les pido que no tengan temor a la hora de hablar, así se sueltan, logran tranquilidad y toman consciencia del valor que significa lucir la camiseta albiceleste», agregó.
Los Juegos de París, el gran objetivo
Temporadas atrás, el deportista debió afrontar una lesión que lo llevó al quirófano por una intervención de ligamentos y meniscos. Su recuperación fue en el tiempo esperado y volvió al ruedo sin temores y muy sólido. «Sí, gracias a Dios quedé muy bien, hice buena recuperación, incluso en Tokio 2021 tuve una fractura en la tibia pero no fue operado, debí esperar la cicatrización en tres meses, por suerte no fue nada. Fueron las dos lesiones más importantes de mi carrera», sostuvo.
«Con este título plasmado en Inglaterra y los Juegos como principal meta, tengo que llegar de la mejor manera en lo físico y futbolístico. Llegaré con 37 años y ojalá de lo mejor, luego evaluaré cómo sigo», afirmó.
En otro orden, destacó el accionar de Las Murciélagas, flamantes campeonas del mundo. «El trabajo de las mujeres es de larga data y por eso no me sorprendió. Nuestro país fue uno de los primeros en iniciar el trabajo del fútbol femenino, más tarde se sumó Japón, hasta que surgieron ocho selecciones y se concretó el primer mundial para ciegas. A las europeas les falta rodaje, pero van en franco crecimiento. Ahora, las argentinas tomarán impulso con el título ganado para avanzar y desarrollarse».
El acompañamiento de las empresas
A partir de la reglamentación de la Ley de Sponsorización para que contemple al deporte adaptado, se amplió el cupo que permite a las empresas apoyar a este sector, que tiene a varios exponentes compitiendo en los distintos frentes. «Fue un paso muy importante el logrado porque antes la ley favorecía a las disciplinas convencionales y muy poco quedaba para nuestro sector. Se logró cambiar esa diferencia, se recibe acompañamiento del sector privado y trabajamos en ese sentido para ocupar el lugar que nos merecemos», resaltó.
EL PALMARÉS
El chaqueño registra en su haber el título de campeón de América, dos veces medallista paralímpico, tres preseas en Parapanamericanos, Gran Prix, y ahora campeón mundial por primera vez. Los Murciélagos lograron tres títulos ecuménicos con el reciente de Inglaterra, precisamente en Birmingham, por penales a China 2-1 tras empatar en cero el tiempo regular. El primero fue en Río de Janeiro en 2002, el segundo en Buenos Aires en 2006.
Fotos: Jorge Flores.
Por Willy Rodríguez